Tras sus malas actuaciones, Anna no va a jugar el próximo torneo de la LPGA: el Kraft Nabisco, que se disputa este fin de semana. Decisión acertada la de la australiana, tal y como estaban marchando las cosas. No ha podido observar ninguna mejoría en sus tres torneos LPGA disputados este año. Quizás incluso ha ido a peor. Por ello necesita cortar esa mala racha, plantearse que falla, por qué ha perdido la regularidad y solidez de final de temporada pasada, entrenar de manera adecuada... y no despistarse con otras cosas, que la LPGA es muy exigente.
El resumen de los tres primeros meses de esta temporada es deficiente. Tan solo en el ANZ Masters de Australia rayó a un gran nivel, perdiendo la tercera plaza final por arriesgar en exceso en los últimos hoyos del torneo. Luego, lo que ya sabemos: tres fracasos consecutivos en la LPGA. Ahí donde debe demostrar la competitividad y nivel que si tiene.
Quizás regrese en el siguiente torneo, mejicano, en Morelia, al que ya asistió como invitada en 2008, sin buenos resultados.